El arte de engañarse a uno mismo
La más letal de todas las formas de engaño es el autoengaño, y de todas las personas engañadas, las autoengañadas son las que tienen menos probabilidades de descubrir el fraude.
Aiden Wilson
09
Julio, 2018
5 minutos de lectura
Conocerse a uno mismo es un trabajo vital, puesto que somos seres dinámicos que nunca dejan de cambiar. Los sentimientos que nos definen evolucionan constantemente… Pero tardamos en darnos cuenta, porque nos evadimos todo el tiempo. Ahí van algunos consejos para sortear los muros de nuestras defensas y alcanzar a vislumbrar cómo somos en realidad.
· Estate atento: proyectas tus problemas en las demás personas todo el tiempo. Cuando alguien se comporta de un modo que te resulta muy irritante, normalmente es porque tú mismo eres o has sido así. Aunque parezca paradójico, no hay nada tan molesto como ver a otra persona teniendo una actitud negativa… que nos pertenece. Con los enormes esfuerzos que tenemos que hacer para reprimir nuestra prepotencia, nuestra pereza o nuestro miedo, ¿cómo vamos a tolerar que otra persona vaya por ahí exhibiéndolos?
· Pregúntale a un amigo de confianza: ¿cómo crees que soy? Prométele que le escucharás sin interrumpirle, y que no le responderás ni te defenderás de sus reproches de ningún modo. Recuerda lo que te ha dicho, espera a que amaine la tormenta emocional y reflexiona sobre lo que has escuchado cuando estés en soledad.
· Medita. O haz Mindfullnes. O párate un momento y siente. Porque eso es precisamente lo que eres: tus emociones en presente. Aunque los demás puedan darnos las pistas para conocernos, nosotros somos los únicos que tienen todas las piezas para desentrañar el misterio. Pero eso exige paciencia y tiempo. Para los seres humanos, atrapados en un pensamiento que nos empuja de los planes futuros a los recuerdos pasados, vivir en el presente es un ejercicio que lleva años.
· Haz terapia. Si los psicólogos vamos al psicólogo, es por algo. Nuestros seres queridos son de muchísima ayuda, pero ocupan roles específicos en nuestra vida: tenemos comportamientos inconscientes muy estudiados hacia ellos, por lo que hay un límite en lo que pueden enseñarnos. Sólo a la luz de un observador imparcial podemos ver los matices de nuestro reflejo.
· Construye relaciones y trabaja en ellas. Esfuérzate por querer y respetar a las personas que te rodean, aunque para ello tengas pelearte con ellas. Cualquier forma de contacto social nos enseña cómo somos todo el tiempo: es a través de los demás que nos reconocemos.
Eric Álvarez
Soy Psicólogo, especialista en Psicopatología Clínica. Me considero un apasionado del ser humano que ha dedicado la mayor parte de su vida adulta a investigar el comportamiento de las personas, aunque ha sido especialmente a través de mis propios conflictos que he podido llegar a entender los de los demás. Como me encanta escribir y explicar, desde hace algún tiempo intento difundir todo lo que aprendo a través de artículos que resulten amenos y accesibles.
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